dimecres, 22 de desembre del 2010

- vuit -

Tras otro ejercicio intencionado de poda poética…

Todos en Navidad somos un poco Magos.
Hay fango en los negocios y se pelea la gente.
Turbas enteras cargadas de paquetes
son capaces de asediar mostradores
por algunos turrones al café.
Cada uno es para sí Rey y camello.

Mallas, bolsas, redes, cestas,
gorros caídos y corbatas torcidas.
Olor a vodka, a pino, a bacalao,
a mandarinas, a canela y manzanas.
Un caos de rostros. Torbellinos de nieve
 ocultan el sendero que conduce a Belén.

Y los portadores de esos modestos dones
saltan a los buses, suben a la fuerza,
desaparecen en los fosos de los patios
aun sabiendo que está vacía la gruta:
que allí no hay animales ni pesebre,
que tampoco está ella con su aureola dorada.

Joseph Brodsky, No vendrá el diluvio tras nosotros. Antología poética (1960-1996), "24 de diciembre de 1971" (trad. R. San Vicente)

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