De Bernardo Atxaga, ja fa uns anys que porto gravat, entre la retina i la memòria, el seu caparràs i les seves paraules al final de La pilota basca, quan explica com se sentiran tots els bascos el dia que s’acabi el conflicte etarra i tot el dolor i misèria que l'acompanya; aquell dia en què la gent, en comptes de caminar sobre el terra, de sobte notarà que està levitant. Aquest és el fragment de la película:
i un poema sobre el dret a existir de les coses pressumptament petites i, a veu i esgarrips d'alguns, inútils i obsoletes.
EL ERIZO
El erizo despierta al fin en su nido de hojas secas,
y acuden a su memoria todas las palabras de su lengua,
que, contando los verbos, son poco más o menos veintisiete
Luego piensa: El invierno ha terminado,
soy un erizo, Dos águilas vuelan sobre mí;
Rana, Caracol, Araña, Gusano, Insecto,
¿En qué parte de la montaña os escondéis?
Ahí está el río, Es mi territorio, Tengo hambre.
Y vuelve a pensar: Es mi territorio, Tengo hambre,
Rana, Caracol, Araña, Gusano, Insecto,
¿En qué parte de la montaña os escondéis?
Sin embargo, permanece quieto, como una hoja seca más,
porque aún es mediodía, y una antigua ley
le prohíbe las águilas, el sol y los cielos azules.
Pero anochece, desaparecen las águilas, y el erizo,
Rana, Caracol, Araña, Gusano, Insecto,
Desecha el río y sube por la falda de la montaña,
tan seguro de sus púas como pudo estarlo
un guerrero de su escudo, en Esparta o en Corinto;
Y de pronto atraviesa el límite, la línea
que separa la tierra y la hierba de la nueva carretera,
de un solo paso entra en tu tiempo y el mío;
Y como su diccionario universal
no ha sido corregido ni aumentado
en estos últimos siete mil años,
no reconoce las luces de nuestro automóvil,
y ni siquiera se da cuenta de que va a morir.
TRIKUARENA (trad. al castellà del propi autor)
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