- A ver. Hablemos ahora del Carnaval.
- ………………….
- Podríamos disfrazarnos toda la clase de lo mismo.
- ¡Futbolistas!
- ¡Pijos y tiraos!
- Y ¿quién de nosotros se viste de pijo?
- ………
- ¿!¿!¿!Piratas del Caribe?!?!?!
- ……….
- Humm!!! De Piratas no, porque tendríamos que ponernos un pañuelo en la
cabeza, y la Aisha ya lo lleva cada día. Para ella no tiene ninguna gracia ese
disfraz.
Aisha es la niña musulmana que, ciertamente, cada día calza un chador en su cabeza.
Y su compañero no pretende tomarle el pelo: acababa de bajar de su riquísimo mundo interior y sólo dice algo que a él, y solamente a él, le parece absolutamente razonable.
Sus compañeros, con un raro silencio, dan a entender que ese comentario, ellos, no lo consideran tan tan normal.
Y en cuanto a su compañero autor del comentario, -en su silencio se lee-, muy muy normal… pues tampoco
lo ven!
Yo, sencillamente, me parto
De verdad:
cuando los conoces
son
todos
un auténtico encanto!!!
(Hasta te entran ganas de disfrazarte también de pirata musulmán)
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